Lima 11 de agosto de 1942
Señorita Julia C Lanao
Andahuaylas
Con todo el alma y
extrañada hija de mi alma. Deseo vivamente tu buena salud y bienestar en la
compañía de tu mamá. Tenía que anunciar que me había escrito mediante mi amigo
el señor Pinto, aún esa carta no ha llegado a mí poder, pero te escribo
nuevamente lo mucho que te extraño y no hallo como hacer llegar el momento de
besarte la frente y acariciarte con ternura. Pues tú venida en el verano pasado
ha sido para mí, como miel en los labios has venido a darme un poco de luz a mi
espíritu ternura que no conocí y al irte me has dejado en oscuridad ¿Cuándo te
volveré a ver?
Solo una carta he
recibido de ti, lo que me mandaste con su chofercito tan bueno con el que me
mandaste tan rico maíz de lo que te agradezco en el alma. El chofercito quedo
en regresar y sin recoger los telegramas, quise mandarte con él alguna cosita
pero no volvió.
Estamos bien de salud y
felizmente tus hermanos dejaran el turno del hospital. Los demás sabes
perfectamente de Aquiles por partes
tengo justo porque con lo trivial y completamente inseguro que es todavía el
avión quizás hubiéramos visto al pobre Aquilito hecha una tortilla.
Estoy esperando un
incidente que pueda hacer cambiar el estado económico de la familia, solo
espero eso para poder estabilizar todo y seguro que tú estarás a mi lado hijita
de mi alma. Te avisaré los resultados. Creo que todo adverso sea feliz esta
espera todo mi deseo es que estés aquí. ¿Has recibido mi carta anterior a esta?
Allí te dije todas las conversaciones de tu salida de esa seguramente en la
carta, que dice trajo el Señor Pinto que palabras has contestado en esa carta.
Contéstame lo más
pronto posible así estará tu cariño a tu sabiduría, siempre sacrificando por la
nobleza de alma que tienes.
Te beso con todo mi
cariño en tu frente tu papá que tanto te quiere.
Julio
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